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martes, 19 de marzo de 2013

Políticas y programas culturales , inversión estratégica para la gobernanza


Políticas y programas culturales , inversión estratégica para la gobernanza
Autora: Isabel Claros Abarca [1]

Sumario:

1. Introducción
2. Políticas Culturales y experiencias de  institucionalización de  programas de promoción cultural
3. Objetivos de las políticas culturales
4. Como gestionamos para construir poder : reflexión para la gestión y políticas culturales del AECID

1. Introducción:
“Hasta la aparente no-existencia de una política cultural define una política cultural. Impedir el desarrollo de determinadas manifestaciones de la cultura y obviar o neutralizar otras ya forma parte de una política cultural”.[2]

En el Perú, podemos encontrarnos con autoridades sumamente comprometidas con la revaloración de las  culturas y la promoción del desarrollo de sus espacios y de su gente, desde la autentica comprensión y asimilación de sus contextos culturales (locales, regionales,universales) sin embargo también podemos encontrarnos con cierta indiferencia e incluso desdén por parte de algunos integrantes del gobierno, tanto  local y  como nacional respecto al rol de la participación ciudadana y sus prácticas locales; sesgo que siempre genera exclusión y desigualdad, frustración y finalmente puede derivar en conflictos sociales, la incomprensión de los aspectos culturales desde la visión de la gestión pública genera brechas que dificultan la gobernabilidad y la problematizan; de la otra orilla, la comprensión y atención de dichos aspectos, necesidades y modos viabilizan  la comunicación  y puesta en obra de iniciativas ; tanto sociales como gubernamentales.

 Es sabido que en procesos electorales  siempre se apela a la cultura popular  para  sumar votos, los discursos plenos de promesas enfocadas hacia la generación de un capital humano con acceso a oportunidades se diluye entre palabras al momento de asumir los cargos y obviar agendas, programas y proyectos y su consecuente  asignación de presupuestos  a  programas de desarrollo humano que generen e impulsen los cambios necesarios y efectivos para cumplir con las promesas electorales, mucho menos hablar de programas eminentemente culturales. 

A este panorama, desfavorable para toda gerencia que desee trabajar desarrollo humano,  debemos agregar las dificultades que representa el enfoque de los PIP y el SNIP sobre los criterios para aprobar proyectos de inversión; considerando que el sistema fue pensado fundamentalmente para proyectos de infraestructura, contemplando solo el capital físico. Es así que discutir sobre inversión en proyectos de cultura con funcionarios públicos puede resultar por momentos una hazaña de negociación y creatividad.  

Considerando que el Perú es apreciado a nivel mundial como un espacio único por su riqueza y legado cultural y ambiental, queda la paradoja que la concepción de desarrollo no incluya aspectos culturales como temas para la inversión y en el “mejor de los casos” solo se atine a utilizarlos como estrategia. Aportar criterios desde la gestión local  o construir indicadores que demuestren la rentabilidad económica de los proyectos culturales es un reto pendiente para cualquier municipalidad que desee invertir en su gente. Sería necesario mejorar la definición de inversión pública y ajustarla al concepto amplio de capital: humano, ambiental y social y esto solo sería posible con una genuina apertura a la observación y valoración de los procesos culturales y de lo significan para la facilitar o dificultar los procesos de desarrollo. Considerar la interculturalidad en el proceso de gestión y ¿cómo incorporar la promoción de los agentes culturales de un territorio en la agenda local para  la  gobernanza? ¿cómo implementar estrategias culturales en la agenda local de una manera estratégica e integral?  Ese es el reto.

Como se mencionó al inicio existen buenas prácticas y gestores que promueven políticas locales para  la efectiva promoción de la cultura y sus agentes. En este rubro me parece interesante mencionar dos iniciativas recientes, una de la Municipalidad Metropolitana de Lima y otra desde el ministerio de Cultura, que son: La Ordenanza Municipal  de Cultura Viva Comunitaria  y el programa Puntos de Cultura, respectivamente.


2. Políticas Culturales y experiencias de  institucionalización de  programas de promoción cultural

La Ordenanza Municipal  de Cultura Viva Comunitaria  -
Programa Cultura Viva – Subgerencia de MML

Considerando la complejidad de contextos en Lima Metropolitana, se propiciaron espacios participativos que enriquecieron la propuesta de ordenanza municipal con los criterios de las organizaciones de cultura viva comunitaria, con un proceso de 10 meses de consulta en audiencias públicas en Lima Sur, Este, Centro y Norte y su posterior debate en el Concejo Metropolitano, la Municipalidad de Lima aprobó el 14 de marzo del presente año la ordenanza que instituye como política pública la promoción de la Cultura Viva Comunitaria, con el fin de reconocer y promocionar los valiosos aportes de las distintas manifestaciones culturales en la capital.  El proyecto de ordenanza fue elaborado por la regidora Luisa Martínez, presidenta de la Comisión Metropolitana de Educación y Cultura conjuntamente con las organizaciones: La Gran Marcha de los Muñecones, LLaqtaraymi, Puckllay, Antara, Kilombo, Red de Teatro en Comunidad, Arenas y Esteras, Cinco Minutos Cinco, Waytay, El Agustinazo. Dicho proyecto fue presentado durante el Encuentro Nacional de Cultura – ENAC 2012.

Gracias a la Ordenanza, se ha contemplado para este año un presupuesto de dos millones 400 mil nuevos soles, que vendría a ser entre el 0.1 y 0.2%  del gasto proyectado. Se estima que se beneficiarán 300 mil vecinos apoyando a agrupaciones que trabajan por mejorar el estado de sus barrios y alejando a los menores del pandillaje. Se capacitará a los involucrados en estos elencos, así como se premiarían a los mejores proyectos. 
Además, se ayudará a difundir las actividades hechas con estos grupos culturales de barrios populares como los Festivales de Cultura Viva en Comunidad que organiza la misma municipalidad desde hace dos años.

De otro lado, las organizaciones de Cultura Viva Comunitaria serán incorporadas en el Registro Único de Organizaciones Sociales (RUOS). Además se creará el Programa de Cultura Viva Comunitaria que promoverá los derechos culturales y la diversidad de expresiones artísticas y se respaldará a las nuevas iniciativas y los movimientos socioculturales con apoyo técnico, tecnológico y financiero.

Con la aprobación de esta política pública de carácter participativo, se institucionaliza el aporte de la municipalidad  a los procesos culturales comunitarios, dando inicio a una etapa de reconocimiento de los avances y aportes de las agrupaciones barriales autogestionarias en sus respectivos territorios, brindando un apoyo real a los agentes de desarrollo de los diversos distritos de la metrópoli.

Para mayor información sobre la versión final de la ordenanza:



Si bien la Ordenanza ha sido aprobada recientemente, forma parte de un proceso de maduración del Programa Cultura Viva, que desde el año 2011 ha venido realizando festivales en espacios públicos (parques, lozas y plazas) de varios distritos de Lima, de manera constante y articulada con organizaciones culturales, mostrando múltiples expresiones artísticas en sus programaciones. Mediante la reapropiación colectiva de los espacios públicos se da vida al encuentro entre ciudadanos y ciudadanas que gozan, reflexionan y comparten creativamente en comunidad. El fortalecimiento de las capacidades artísticas de los vecinos, vecinas y agrupaciones es un objetivo principal de Cultural Viva, es así que se desarrollan diversos talleres dirigidos a niños, niñas y adolescentes generando capacidades creativas, expresivas y reflexivas desde las artes para fortalecer su desarrollo personal y ser agentes de cambio en sus barrios.

En este contexto, vale el reconocimiento a la apuesta institucional de la Municipalidad Metropolitana de Lima, tanto hacia el Programa Cultura Viva Comunitaria como a la Ordenanza que lo apoya y le dará sostenibilidad por haber sido un constructo social, un proceso y convertirse en una esperanza colectiva de interinstitucionalidad.


Lineamientos de Política Cultural Nacional 2013-2016 -
Programa Puntos de Cultura  [3] - MINCU
En enero de este año se presentó la versión preliminar de los Lineamientos de Política Cultural 2013-2016, un conjunto de premisas que servirán para el diseño, ejecución y supervisión de las políticas nacionales y sectoriales del Estado en materia de cultura.

Los Lineamientos de Política Cultural 2013-2016 son siete: Impulsar una perspectiva intercultural; promover la ciudadanía; fortalecer la institucionalidad; alentar la creación cultural; defensa y apropiación del patrimonio; apoyar a las industrias culturales; promover y difundir las artes.

Su gran objetivo es reforzar los proyectos existentes y empezar a generar nuevas ideas y proyectos en los campos de protección del patrimonio, de la promoción del conocimiento, de la diversidad cultural, de las industrias culturales y las artes, y de la interculturalidad como un vector central de las políticas culturales en el Perú. El contenido de los lineamientos puede ser descargado en el siguiente enlace: http://www.mcultura.gob.pe/sites/default/files/docs/lineamientomc.pdf

Respondiendo al lineamiento 4 : alentar la creación cultural , así como parte del cumplimiento de los 7 lineamientos,  se ha venido desarrollando el Programa Puntos de Cultura, que es una iniciativa inspirada en el programa brasilero del mismo nombre que ha permitido, en ese país, el impulso y fortalecimiento de más de 3,500 organizaciones culturales que trabajan con poblaciones vulnerables a través del arte y la educación, contribuyendo a la inclusión social, la difusión de sus expresiones culturales y el empoderamiento ciudadano. En febrero 2011, el Ministerio de Cultura del Perú, en alianza con un significativo número de organizaciones culturales, inició el proceso de articulación de la Red de Puntos de Cultura con el fin de fortalecer las iniciativas culturales ya existentes y que han demostrado aportar significativamente a la inclusión y ciudadanía. 

Un Punto de Cultura; es toda organización, asociación, cooperativa, colectivo o agrupación cultural sin fines de lucro de la sociedad civil que se encuentre registrada y reconocida por el Ministerio de Cultura como tal, que desarrolle y/o promueva iniciativas en los más diversos campos,  tomando el arte y la cultura como herramienta principal para contribuir a la construcción de una sociedad más justa, pacífica, solidaria, inclusiva y democrática que reconozca y valore su diversidad, memoria y potencial creativo. Son instituciones que a través de la difusión y práctica de actividades artísticas como la fotografía, la música, el cine, la pintura o las artes escénicas, buscan contribuir al fortalecimiento de la ciudadanía. El registro en línea se hace por: http://www.puntosdecultura.pe/registro/


¿En qué se basa el programa Puntos de Cultura?
• En la alianza Público-Privada a partir del Reconocimiento al rol que juegan las organizaciones culturales comunitarias en el desarrollo integral individual y colectivo.
• En la acción en red para alcanzar conjuntamente mejores condiciones para el desarrollo del trabajo de las organizaciones y la ampliación de su impacto.
• En la autonomía y protagonismo de los Puntos de Cultura, estimulando el Empoderamiento ciudadano desde la acción cultural (Ciudadanía Cultural)
 
¿Cuáles son los beneficios de ser declarado un punto de cultura?
1. Reconocimiento y protagonismo
• Documento emitido por el Ministerio de Cultura que certifica que la organización pertenece a la Red de Puntos de Cultura del Perú.
• Cobertura y difusión de sus actividades a través de los medios a disposición del Ministerio  de Cultura y en publicaciones e investigaciones sobre el impacto de la cultura al desarrollo.
2. Financiamiento
• Acceso a financiamiento para el impulso de talleres, festivales, infraestructura, equipamiento, intercambios, creaciones u otros proyectos.
• Acceso a oportunidades provistas por el Ministerio de Cultura, como impresión de material gráfico, disponibilidad de espacios y materiales para la realización de actividades.
3. Fortalecimiento de Capacidades
• Permanentes oportunidades de capacitación presencial y/o virtual.
• Equipamiento con tecnología y capacitación para el manejo de recursos audiovisuales y TICs.
4. Articulación
• Continuos espacios de encuentro e intercambio de experiencias mediados por el Ministerio.
• Inclusión de reseña de presentación de la organización incluida en materiales diversos de comunicación que serán difundidos entre Ministerios, medios de comunicación y redes a nivel internacional. 

La red de Puntos de cultura  ha incorporado ya 50 instituciones de todo el Perú, y tiene como meta para el 2013 es fortalecer a través de intercambios, capacitaciones y recursos financieros a no menos de 200 organizaciones a nivel nacional.

Entre las instituciones reconocidas se encuentran la Agrupación Folklórica de Música y Danza Kuyayki, C.H.O.L.O - Arte Emergente y Asociación Taller de Educación y Comunicación a través del Arte - Arena y Esteras.

También Culturaperu.org, Proyecto Fotográfico Verte MirArte, Vichama Teatro, Red Cultural de San Juan de Lurigancho, El Galpón Espacio, La Tarumba, Comediantes Itinerantes, SELVAMONOS, Chaski Comunicación Audiovisual, entre otros.

De otro lado, y a fin de brindar difusión de la agenda cultural y compartir contenidos de los propios puntos de cultura; todos los martes, a través de  la plataforma web  puntosdecultura.pe, se transmite el programa “Puntos de cultura” que incluye un canal de televisión cultural en vivo .

Como se puede observar, en ambos casos, tanto para el cumplimiento de la Ordenanza Municipal que institucionaliza el programa de Cultura Viva Comunitaria en Lima, como para la gestión del programa Puntos de Cultura, que se vincula con los lineamientos de política nacional de cultura,  el reconocimiento de los aportes brindados por la comunidad y la financiación de proyectos y actividades son  puntos clave para afirmar el real apoyo del Estado hacia la promoción de las artes y las culturas. La institucionalización de dicho reconocimiento significa varios pasos adelante hacia la construcción de un capital social concertador y dialogante, reafirmando que la riqueza de nuestros pueblos radica en su gente.

3. Objetivos de las políticas culturales
Según la cooperación española  las políticas culturales se articulan sobre cuatro ejes:[4]
1) protección del patrimonio cultural: cuyo concepto se funde con el de patrimonio natural, y su legitimación es la misma que la de la política medioambiental; combina el componente económico de su impacto en el desarrollo regional y la noción de herencia a transmitir a las generaciones venideras;
2) apoyo a los creadores: se concentra en el sector no mercantil e insiste sobre su presunta rentabilidad social y eventualmente económica;
3) industrias culturales;
4) cooperación cultural (interior y exterior)
En relación con estos ejes, el Consejo de Europa (Conferencia de Oslo, 1976) propuso tres objetivos fundamentales:
— preservar el legado y fomentar la acción creadora
— garantizar a todos el acceso a la cultura (democratización de la cultura)
— asegurar a todos la posibilidad de crear (democracia cultural).

“La Política Cultural debe actuar como puente, aportando los soportes institucionales que canalizan tanto la creatividad estética como los estilos colectivos de vida.”

“Un proyecto exitoso de política cultural es aquel que genera la articulación de las políticas multisectoriales del Estado con las distintas organizaciones de la sociedad civil y la empresa privada, donde el Ministerio desempeña una función rectora y promotora, pero también cumple un papel de socio o aliado, aspirando además a posicionarse como un facilitador de  iniciativas que provengan de los otros actores.” [5]

De la misma manera los gobiernos locales tienen un rol articulador y facilitador de propuestas culturales, que no necesariamente deben ser gestionadas desde la entidad edilicia, pero si promovidas, alentadas, respaldadas por la misma y deben encontrar eco en una institucionalidad articulada que mejore los impactos de las propuestas ciudadanas. (públicas y privadas).

Dicho respaldo debería traducirse, en la formulación de estrategias integrales para el desarrollo que incluyan el componente cultural o la articulación interinstitucional de acciones que convoquen y reconozcan a los agentes culturales en la formulación de políticas de desarrollo (planes, leyes, programas y proyectos). De otro lado, el impulso intrainstitucional de la articulación de las gerencias brindando coordinación y presupuesto a programas clave que incluyan el componente de desarrollo humano, debe ser un aspecto importante a considerar en la gestión de espacios para la gobernanza.  

Considerar la inversión en cultura no debería ser una utopía, sino un deber, ya que asegurar el patrimonio (legado recibido y legado en construcción) es la mejor estrategia hacia el desarrollo. Poner en valor la riqueza de un pueblo (cultural y ambiental) es tener visión de futuro, comprensión del pasado y gestión necesaria hacia la sostenibilidad.

Un enfoque estratégico observa que en periodos de escasez la prioridad suele ser emergencista, se debe aprovechar los periodos de bonanza económica para capitalizar las iniciativas comunitarias y generar riqueza pública: capital humano y capital social para hacer frente a las épocas de vacas flacas.

Finalmente, comparto algunas propuestas del AECID en términos de gestionar políticas culturales:

4. COMO GESTIONAMOS PARA CONSTRUIR PODER
GESTIÓN Y POLÍTICAS CULTURALES: LA OTRA CLAVE
Aquí ofrecemos algunas sugerencias. No se trata de recetas sino de líneas de reflexión y acción.
Contar con la información más completa y actualizada posible sobre las actividades culturales, su impacto en el desarrollo de la comunidad y sus posibilidades como factor de inclusión social.
Formar los agentes necesarios para optimizar las gestiones, los públicos para asegurar el tránsito intergeneracional de los valores y aumentar las referencias identitarias. Y los artistas, para favorecer el surgimiento y crecimiento de creadores.
Fortalecer y valorizar las expresiones populares que enriquecen el acervo cultural, a través de las cuales una comunidad afianza y manifiesta su identidad.
- Ocupar y abrir espacios en el territorio, en las administraciones y en los medios.
1) Cuanto más despliegue territorial se tenga será mayor el poder con que contemos: cuantas más instituciones haya en el territorio avocadas a la cultura, más posibilidades de acción, de encuentro con la comunidad.
La existencia de estructuras en las administraciones públicas con mayor o menor reflejo presupuestario es un factor de peso en la trama de poder. Abrir espacios donde no los haya (creación de centros culturales, bibliotecas, salas; creación de direcciones, subsecretarias, institutos), mejorar lo que existe (ampliaciones, refacciones, modernización de equipamientos; jerarquización, elevación del nivel, de las instancias administrativas) constituyen pasos para la ampliación del poder.
2) La presencia sostenida en los medios de comunicación es un buen soporte. Establecer redes de radio y televisión comunitarias y alternativas.
3) La cuestión es la manera en que se ocupan los espacios porque un mal manejo de un equipamiento o de una estructura puede ofrecer la excusa para su cierre. No hay que olvidar: para gran parte de la dirigencia, la cultura es un gasto superfluo y es lo primero que habrá de reducirse en tiempos de crisis.
Integrar jurisdicciones: ¿cuántas veces las diferentes jurisdicciones que operan sobre un territorio actúan desarticuladas y a veces hasta en franca oposición? Los municipios no se relacionan con la provincia y el estado nacional va por su lado entre rivalidades y sospechas. El funcionamiento coordinado da resultados superiores, al optimizar recursos materiales y humanos. Además, como plus, el conocimiento que proporciona trabajar en equipo. Sobre todo, la convicción de que la cultura es más importante que las jurisdicciones.
Exigir con la prepotencia del trabajo, no con la queja reiterada y aburrida, que por épocas parece la única manifestación de la “gente de la cultura”.Y para eso hay que generar hechos.
Coordinar acciones con otras áreas de gestión y de la sociedad: No se puede concebir el sector Cultura como un compartimiento estanco, un mundo cerrado sobre sí mismo. Es preciso establecer acuerdos con otras áreas buscando los puntos de contacto, que habrán de convertirse en nodos de poder. Las universidades, las escuelas, la formación docente, constituyen a simple vista un sector afín. Pero existen nichos para la acción en Obras Públicas, en Salud, en Economía, en Defensa, en Seguridad.
Movilizar a toda la comunidad. La cultura es demasiado importante para una sociedad como para dejarla en manos de una elite y/o una administración. Movilizar a la comunidad no significa juntar gente en recitales masivos sino involucrarla en aras de un proyecto común y propio, del que sea verdaderamente protagonista.



[1] Especialista en Planeamiento Estratégico y Gestión Cultural, Responsable de Programas y Proyectos de  A&R Consultores: www.ayrconsultores.org
[2] Héctor Ariel Olmos: Gestión cultural y desarrollo: claves del desarrollo - AECID

[3] http://www.puntosdecultura.pe/
[4] Héctor Ariel Olmos: Gestión cultural y desarrollo: claves del desarrollo - AECID

[5] Lineamientos de Política Cultural Perú


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