Recordando la absurda batalla de Montescos y Capuletos
Entre esas divagaciones que traen los viajes se suelen colar sueños y contradicciones. Cuando viajo, muchas veces termino con una bronca de ultratumba, por la desigualdad, como se vende la patria, la gente, los niños, el tiempo ...me jode en lo más profundo (me mortifica) eso de ofrecido que se ve en cualquier lado, la oferta de lo mejor de nosotros por algunos billetes verdes o monedas sin sonido.
Pensé. que son meras impresiones, pero parece que no .
Sucede que no era solo yo.
La discusión sobre la ley de inversión sobre el patrimonio es una buena excusa para sacar algo bueno de esas broncas y las clases de restauración que alguna vez llevé.
Porque, sin justificar los desmanes que se puedan producir en los próximos días con el paro, creo que puedo entender la causa de la reacción...no se puede trabajar patria sin dialogo y para este se debe comprender, entender, escuchar.
En un Estado en el que se ridiculiza lo que no se entiende...pues hay bastante gracioso.
A la pregunta de El Comercio: Se justifican los paros en el Cusco para derogar la ley de inversiones?
Ahí va un comentario al señor David Centeno
(al que no me dejaron responder en el blog del diario)
1. Sobre la actividad turistica y sus bienes:
Tomando la defensa de una actividad económica como argumento (el turismo), es contradictorio que se atente contra la integridad de sus bienes (y en favor de quiénes?) Las leyes que "promueven" el turismo atentan, sistemáticamente, contra la integridad del patrimonio. Desde el sobreuso, a la exposición.
Para ejemplo el tan sonado caso del Intihuatana, maravilloso reloj solar de los Incas, quiñado en la grabación de un spot comercial de bebida. Esta imagen delata el deterioro del Templo Mayor en Machupicchu, mientras otros hablan de salvar o defender el turismo.
2. Sobre la repercusión social de ciertas inversiones
Es cierto, que la inversión debe ser promovida y bien recibida; pero hasta cuando vamos a confundir los derechos y los deberes de los inversionistas respecto al recurso concedido (en este caso turístico)
Lo cierto es que solo existen dos consecuencias conocidas de las "inversiones" hasta hoy:
a- Los lugares intervenidos se elitizan y se convierten en lugares exclusivos (siendo el patrimonio un bien común)
b- Los lugares intervenidos van perdiendo valor con el uso y el tiempo.De esto existen claros ejemplos...para una persona que conoce el pais a través del tiempo, es evidente. No puede decirme que la perfección de las paredes del Cusco siguen intacta, después del boom y euforía turística.
3. Comprendiendo la posición del Estado
El patrimonio cultural y natural del Perú es tan grande, que puede convertirse en su salvación como en un mounstruo de mil cabezas.
Mantener siquiera un inventario, es costoso; ni que decir de la conservación.
Y ese es el punto de convergencia, porque todos queremos lo mejor para el país...o por lo menos eso se espera. Pues bien, existen categorías, en las que tanto el inversionista, el estado como la sociedad podrían coincidir : La tipificación del patrimonio y el grado de intevención que admite cada bien, ésto nos daria una pauta para la intervención y una ventana al diálogo.

Poner un restaurant cerca a una huaca o a una zona intangible, es inadmisible....por más lucrativa que sea la oferta, debería estar fuera de discusión.
Pero si se trata de la puesta en valor de las miles de casonas que tenemos en Lima, Cusco, Ayacucho......pues por cuestiones de simple seguridad.
Señores, no vendamos la patria asi, porq sin ella no somos nada y busquemos soluciones mejor pensadas, para evitar paros y reacciones que tienen una razón y un porqué, que a pocos les interesa escuchar.
Saludos fraternos y amigos -o-o-